Revista «Ruta 66» (tiempos de rock & roll) – N° 338 Junio 2016

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Entrevista GILBERT ARTMAN – El saxofonista francés y su espectáculo Urban Sax 

Revista «Ruta 66» (tiempos de rock & roll) – N° 338 Junio 2016

URBAN SAX

GILBERT y los saxonautas

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Figura destacada de la vanguardia francesa desde que en los años setenta pilotara el grupo Lard Free, Gilbert Artman nos clarifica sus intenciones y logros a raiz de la reedición de los elepés de su proyecto más reconocido.

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Inaugurado en 1892, devorado por un incendio y reconstruido a principios del S.XX, en 1980 el teatro Español de la avenida del Paralelo pasaba a domiciliar la sucursal barcelonesa de Studio 54, rutilante refugium peccatorum del famoso neoyorquino de finales de los setenta. Aparatoso edificio, de cuyo techo pendia una impresionante lámpara de araña, incluyendo pinaculares gallineros contaba el Español si el recuerdo no flaquea con cinco plantas o más, enroscadas alrededor de una vasta platea transformada en pista de baile y presidida por extenso proscenio. En un momento dado comenzó esa macrodistoceca a acoger conciertos de pop y rock, desde The Smiths hasta Johnny Thunders, pasando por Residents, haciendo del Studio 54 uno de los escenarios habituales de la Ciudad Condal durante los ochenta y noventa. Nos acostumbramos, pues, a la inefable acustica y las caracteristicas arquitectó- nicas de aquel espacio que, pese a todo, carecia del encanto del salón Cibeles o del Teatro de L’Aliança del Pueblo Nuevo, más acogedores, aunque de menores dimensiones.

Con aforo para casi cuatro mil almas, en el 54 todo se magnificaba. Penetrar en su interrior era como meterse en la panza de Moloch, donde fuegos purificadores ardian. De tan imponente, avasallaba. Idóneo ese tabernáculo, asi, para enaltecer a los dioses, los artistas, y empequeñecer a los fieles, su publico. Tan infranqueable hegemonia solo seria abolida en una ocasión. Inscrita en el marco del Festival de Barcelona, no que daba claro si la actuación de Urban Sax obedecia a parámetros musicales, teatrales o ambos a la vez. Muchos saldriamos de alli incapaces todavia de discernir lo que habiamos experimentado, que fue algo extraño y perturbador, insólito, diferente a todo lo conocido. 

La memoria es traicionera y escatima detalles, pero de lo esencial se acuerda: Urban Sax lo componia un centenar de embozados saxofonistas, cubiertos con buzos blancos, niveo ejército de fantomases. Parecian momias insectivoras. Unos descendian de las alturas suspendidos de arneses, quien sabe si inspirando a la Fura dels Baus. Otros aparecian en los palcos, o avanzaban por la platea entre el gentio, o emergian de los más insospechados rincones. Alienigena y disgregado enjambre, transportándonos hacia su particular Cólquida el pasacalle de la saxofónica multitud se apoderó organicamente del local, subvirtiendo la realidad y el lugar hasta aislarlos en una onirica cápsula, tan sugestivamente poética como la que encerraba a los protagonistas del Orfeo de Cocteau. Oscura, invasiva, hipnótica, la fanfarria que ponia sonido a esa metamorfosis espacio-temporal era un analgésico mantra, cambiante bajo su exterior inmutabilidad, correografiado por la aérea o reptante legión saxonauta como si una unicamente guiara sus movimientos, que eran autómatas, anfractuosos. Y asi, Studio 54 dejaba de ser un suntuoso mausoleo del ocio noctivago para elevarse por los aires no ya como la nave espacial de Sun Ra, a la busqueda de su lugar el en cosmos, sino tal que Castroforte del Baralla, el imaginario pueblo que levitaba todo entero a la que una emoción conturbaba a sus habitantes.

Posteriormente a esa initiática primera visita a principios de los ochenta, Urban Sax regresaba a España en varias ocasiones, actuando en la plaza del Obradoiro, en la Alhambra, en el Guggenheim. Enclaves mucho más afines al circuito en el que se especializaba esa formación (que a su vez iria mutando en numero, aspecto y forma), templos de la industria cultural, politica y turistica, caso de su toma de los canales Veneziano a bordo de gondolas, hasta redundar en un solicitado espectáculo que ha garantizado la superviviencia de ese monstruoso quilópodo llamado Urban Sax, en activo desde 1973 y por el que han pasado miembros de Etron Fou y Camizole, asi como el actor Pierre Clémenti. Con motivo de la reedición por parte del sello Wah Wah de sus cuatro primeros álbumes (acompañados de un DVD con resumen videográfico de sus más internacionales puestas en escena), hablamos con el factotum de tan fascinante anomalia, Gilbert Artman, que fuera también timonel de Lard Free, otra esencial aventura del rock de vanguardia francés de los sesenta. 

Se mantiene usted ocupado: dirige el sello Urban Noisy, continuan al frente de Urban Sax (cuyo ultimo disco ha sido Inside, 2014), y el pasado enero concibió un nuevo espectáculo.

Con un pequeño equipo surgido de Urban Sax y Lard Free creamos el sello Urban Noisy como una actividad paralela a nuestro estudio, que dotamos de sistema 5.1 y video 3D. Eso nos fue util para realizar el proyecto Urbansaxvisual y grabar nuestro ultimo álbum Inside, lo que a su vez permitió concebir el nuevo proyecto Endlessloop. Mutualizamos el estudio, para que los musicos del grupo y su extensa familia pudieran producir sus trabajos, sobre todo musicos o videógrafos que en su funcionamiento nos parecen próximos. Cada vez hay mas aficionados multimedia equipados de Home Cinema. El sello está pensado para hacer posible la grabación de musicas electrónicas o electroacusticas difundidas en 5.1. Actualmente el estudio está trabajando en un homenaje a Moondog, y con el sello tenemos previsto un asunto sobre los órganos en llamas de Michel Moglia (http://www.orgue-a-feu.com/), que aparecerá tanto en estéreo como en 5.1. 

Lard Free y Urban Sax fueron ambos piedras angulares del avant-rock francés de los setenta. A pesar de su riqueza y logros, esa escena, si es que asi podemos llamarla, tuvo mucho menos eco, incluso en Francia, que las de Canterbury o el kraut, otras dos fuerzas primarias de la experimentación europea. No le resulta eso paradójico ? 

Como en otros paises en Francia siempre ha habido escenas paralelas, llámeselas marginales o underground. No es que esto haya sido un deseo por nuestra parte, o por la mia, pero efectivamente podriamos pensar que Lard Free, Urban Sax y muchos otros formaron parte de esa escena “desviada”. Se puede decir que esos musicos, al contrario que los de Canterbury o el rock alemán en sus paises, en Francia fueron rehuidos por los medios, incluida la prensa especializada. Por fortuna hay una especie de “Internacional” de las musicas bizarras que nos ha permitido existir más allá de las fronteras hexagonales. Puede decirse que en lo concerniente a Urban Sax, las actuaciones se desarrollan principalmente en Europa, con una predilección por Italia, Bélgica y Alemania.

En su opinión, qué condicionamientos sociales y culturales hicieron posible la germinación de esa nueva estirpe de musica francesa, y qué papel jugó en su génesis mayo del 68 ?

En mayo de 1968 ya llevaba tres años viviendo en Paris, y todavia me encontraba en pleno descubrimiento de toda la creatividad ofrecida por la capital. Ya era un apasionado del jazz, pero la llegada de las musicas americanas a Paris nos dirigió hacia una musica infinitamente más desenfrenada, impulsiva, de reflejos, con toda la esencia del free jazz, fuertemente politizado. Desde luego mayo del 68 fue un acelerador de todo ese movimiento, que tuvo lugar en la poesia, la danza, la literatura, pero sobre todo en la mezcla y experimentación de distinctas disciplinas. 

Los sesenta y los setenta fueron años fructiferos para el liderato cultural de Paris, pero parecen haber señalado el fin de la cultura francesa, como tantas otras identidades europeas, siendo los estertores previos a su dilución en el multiculturalismo o lo que sea. 

Creo que Paris siempre ha vivido la cultura “a golpes”, un poco a voluntad de las modas, pero nunca he sabido si las provocaba o las sufria. Pero es indiscutible que en los años setenta habia una mayor apertura hacia el mundo, y pienso que de alguna manera nosotros nos aprovechamos de eso. Por el contrario, es cierto que en el momento presente, y no solamente en Francia, puede que por razones económicas y politicas, tiene tendencia esa cultura a encogerse sobre si misma.

Muchas bandas de esa vanguardia francesa transportaban en su discurso implicaciones politicas más o menos sutiles, lo cual no parece ser el caso ni de Lard Free ni de Urban Sax. Se diria que es usted más afin a Duchamp que a Marx. 

La cultura es un acto politico, una puerta abierta a la utopia, al sueño, que no deberiamos confiar jamás a los politicos. 

Si que eran comunes otros rasgos, un sentir particularmente francés o europeo, como podia serlo el de Satie, Schaeffer y Pierre Henry. No sé si usted estará de acuerdo con eso…

La musica francesa, europea, occidental, en su enfoque clásico tiene a menudo un lado serio, ostentoso, un poco petrificado, pero en ella siempre ha habido funambulistas como Erik Satie, o Stravinski, para regocijarnos con algunas cabriolas. A veces abriéndonos nuevos horizontes sonoros: Schaeffer, Pierre Henry. Efectivamente el cruce de caminos abre nuevas puertas. Con Henry confirmamos un proyecto para la ópera de Paris, y compartimos la composición de Les Noces Chymiques, un espectáculo multimedia para la época. La musica de Henry se difundia, como en su costumbre, por ocho fuentes electroacusticas, y mi partitura para Urban Sax consistia en multiplicar las fuentes sonoras acusticas sobre el escenario, pero también alrededor del publico. Todo ello el una gran libertad de escritura y movimiento. El éxito de esa experiencia nos permitió publicar un disco con Philips sobre el tema de los “paraisos perdidos”, pero tanto para Henry como para nosotros quedó privado de la dimensión del directo.

Por esas fechas surgian también otras bandas francesas con las que usted mantendria contacto y colaboraciones, por ejemplo Heldon y Clearlight.

Si, fue igualmente un periodo en el que con otros grupos de amigos, a través de Gilles Yéprémian, nuestro primer y unico representante, pude descubrir otras musicas con componentes e ingredientes diferentes, pero sobre todo otra postura y otro publico, particularmente a raiz de un concierto de Captain Beefheart en Bataclan. La actitud era menos seria y más desenfrenada, psicodélica, que en los conciertos de jazz con un publico más formal y convenido. La musica de la Magic Band nos introdujo en ritmos que eran hechizos tribales, en un ambiente delirante cuya potencia sonora transportaba a otros mundos. En esa época conoci a los musicos con los que formaria Lard Free. En lo que a Clearlight concierne contacté con ellos a través de Virgin, cuando nos encontrábamos en Londres grabando el primer álbum de Lard Free. 

Hay una radical deriva conceptual en Urban Sax respecto a lo que Lard Free estaba haciendo. Que tenia en mente al planificar ese nuevo proyecto ? 

Los primeros trabajos de Urban Sax estaban más bien pensados en términos de agit-prop: investir los lugares, desviarlos por unos momentos, sin que hubiera una estabilidad real, sino mas bien la idea de trabajar sobre las distancias sonoras, sobre las resonancias. La primera experiencia en el metro parisiense, en la que nos respondia-mos musicalmente de una estación a otra, terminó llevándonos por una noche a una comisaria de policia. Algunas semanas mas tarde, llevamos a cabo nuestra primera aparición televisiva en el marco de un festival, “Art dans le Metro”. Aqui también quise terminar con el espectáculo frontal omnipresente. Para especializar las primeras secuencias de Urban Sax, era necesario que fuéramos un minimo de dieciséis saxofonistas repartidos por cuatro puntos alrededor del publico. Abreviando, musicos amigos de un grupo u otro, al corriente de esa tentativa, se sumaron a la aventura. Y lo maravilloso, como en Lard Free, es que eran instrumentistas venidos de diferentes horizontes, ya fuera clásica, rock, jazz, punk, que componian la riqueza humana de ese proyecto. Cada uno trajo visiones diferentes que se fundieron. Eso me obligó a pensar la proposición musical urbana en función de su especialización. Efectivamente, era impensable, en la medida en que los diferentes grupos de musicos estaban alejados varias decenas de metros, interpretar musicas ritmadas por simples problèmes de desfases de sonido. La práctica de musicas lineales y repetitivas ya expérimenteras en el seno de Lard Free cobró toda su lógica en una puesta en espacio y perspectiva lo más amplia posible en Urban Sax. Por lo tanto abordé musicas lineales, y movimientos de sonido. Segun las arquitecturas escogidas, con el fin de estructurar la evolución de las particiones, los musicos y los intérpretes tuvieron que ser equipados con cascos de modulación de frecuencia, de modo que estuvieran sincronizados a pesar de las distancias, y que asi el publico pudiera quedar inmerso con precisión en ese movimiento sonoro.

A mi modo de ver el urbanismo sonoro de Urban Sax, su preoccupación por la arquitectura, muestra evidentes lazos con las teorias situacionistas de la deriva psicogeográfica, asi como con los diseños de Constant.

El proyecto en el que actualmente me encuentro trabajando, Raga Poubelles 

(https://urbansax.com/projet-raga-poubelles/), es ciertamente, sin habérmelo propuesto, el más próximo en su cotidianeidad a las teorias situacionistas y, efectivamente, podriamos pensar que el encarcelamiento de las Artes, en museos, teatros, la idea misma del espectáculo, elimina la creatividad del instante. Pero tu que vives en Barcelona, seguro que has vivido el advenimiento de troupes activistas como Els Comediants, o la Fura dels Baus, con quienes hemos trabajado ultimamente. Trabajando con lo urbano, la energia y el esteticismo precario implican una fuerza diferente, confrontada directamente a un publico no preparado. Recuerdo haber visto a los Comediants en el parque Guell. Pero alli, en Barcelona, también el espectáculo de la calle ha devenido un fenómeno de moda enmarcado en festivales, ofrecido como pasto a un publico de eventos bien organizados. En cuanto a Constant y ese periodo de desestructuración, que ha permitido un verdadero alivio de estructuras, pienso que la parte fractal era todavia un poco timida. Incluso en comparación con Gaudi. Arquitectura/calidad de vida/acogida. 

Uno de los aspectos más intrigantes de Urban Sax es su masivo compuesto humano, de 45 a 200 miembros. Intrigantes en el sentido de que… ya sabemos que emplean auriculares y señales fisicas para comunicarse, pero incluso asi suceden tantas cosas al mismo tiempo que ni Clausewitz ni De Mille podrian soñar mejor desafio… 

Como ya he dicho antes, los proyectos son muy diferentes, dependiendo de que trabajemos en interiores o exteriores. El interior nos permite hacerlo acusticamente y con sutilidades de sonido en el nucleo de los desplazamientos, integrando instrumentos diferentes: violoncelo, harmonio indio. Inside, el ultimo disco, es un ejemplo de la realización en interior. En lo que concierne el aspecto musical, es la situación ideal para los musicos y la audiencia. En cuanto a los conciertos exteriores, son los arquitectos de la antigüedad o los contemporáneos, quienes implican una mirada humilde, divertida, barroca y reconocible en Cecil B. de Mille. Ver para entender. En el exterior, cada grupo de intérpretes debe hacerse visible y legible por la luz, o por los artificios, de ahi los disfraces, con objeto de que el publico atraido por la imagen, viéndolos pueda entenderlos mejor y con ello crear perspectivas de sonidos e imagenes. De vez en cuando toco con un temible trio, Catalogue, y puedo afirmar que uno de los aspectos más agradables y tranquilizadores son los encuentros en el interior del grupo, también las relaciones con los musicos de ese encuentro, a través de los paises y de musicas cruzadas, notablemente con los grupos de musica ritual: sufis de Konya en Turquia, gamelan de Java, mohicanos amerindios, taiko de Corea, mamutones de Cerdaña. En efecto, siempre adaptamos la escenografia y la escritura musical a la arquitectura y a la primera intención del proyecto. Lo cual implica que hemos llegado a intervenir un centenar de musicos. Es muy divertido observarlos evolucionando en pequeños grupos, por afinidad o disciplina dentro y fuera del contexto del proyecto, como esas amistades que perduran en el tiempo. 

Coordinar todo ese quehacer no ha de ser sencillo. Qué ocurre cuando surge algun imprevisto ? Es posible improvisar ? 

Debo confesar que hay muy poco espacio para la improvisación en nuestras actuaciones, a no ser la interconexión de cada musico con el publico, una forma de libertad en los ropajes, en su manera de moverse por el escenario y durante los desplazamientos. Es el seguimiento sobre el lugar del concierto, y su planificación, lo que va a definir el ritual y el posicionamiento de los musicos. O como crear perspectivas sonoras. Durante ese seguimiento, debe definirse el funcionamiento de la performance, la utilización de diferentes edificios, las estructuras a emplear asi como las necesidades técnicas y humanas para responder al proyecto. Segun los proyectos, pueden llegar a requerir la intervención de bomberos, de espeleólogos para la suspensión de edificios, y mas frecuentemente los conservatorios de musica y de danza, las corales. No hay espacio para la improvisación, como he dicho, pero nuestra sistema HF permite cambiar in situ el posicionamiento acustico de los musicos si es necesario, y reaccionar con eficacia en caso de problema. Se pueden dar situaciones insólitas, entre otras. Durante la preparación del concierto en la plaza San Jaime de Barcelona, tuvimos que solicitar la utilización de fachadas, edificios y techos de la Generalitat y de un banco. El juego era: quien va a dar la autorización primero, cuando no la propia autorización. 

Otro asunto no menos complicado es la financiación de los espectáculos. Cuanto me costaria si siquiera organizar un espectáculo de Urban Sax ? 

Evidentemente, eso depende del lugar, de nuestra adaptabilidad, del tiempo de preparación, del numero de repeticiones y de grabaciones, asi como de la ficha técnica correspondiente. En cuanto a los costes, que calculamos razonables, se establecen en función de los medios necesarios y del acuerdo con los organizadores, pero nosotros no tenemos el control.

La musica de Urban Sax como un continuo, invasivo como un veneno de lentos efectos, dejando una extraña sensación de sueño o irrealidad, de banda sonora de una ceremonia del espacio exterior, como Sun Ra pero con propositos más oscuros…

Me dejas perplejo. Nos comparas a un veneno ? Es una interpretación posible. La evocación de Sun Ra me resulta de lo más agradable. El recuerdo de la musica brillante y jubilosa de ese personaje fuera de la norma, illuminado, que implementaba sus artificios en una gran misa dedicada a Ra y al cosmos. Nuestro enfoque, desafortunadamente, resulta más básico. De hecho simplemente protonemos sonidos e imagenes, y dejamos que el publico elija su interpretación. No hay mensaje.

Suman un extra importante a ese perturbador sentido de surrealidad / irrealidad los ropajes de los musicos, que resultan amenazadores en su anonimato y cuyo aspecto también ha sido evolucionando con los años, resaltando cada vez más importantes.

En lo que concierne al vestuario, partimos de combinaciones blancas, que nos permitian ser vistos entre la masa a menudo sombria del publico, y que la imagen de los musicos se destacara y jugara una forma de anonimato lineal ligado a la musica. Después evolucionamos a la desnudez, cubiertos de plásticos transparentes, que permitia a los cuerpos llamar mejor la atención, y poco a poco nos hemos ido construyendo nosotros mismos algunos elementos, como burbujas de plástico, con su propia autonomia sonora y luminica. Los ropajes nos permiten amplificar los movimientos, es una referencia a los musicos sufis.

La norma es que Urban Sax actue en museos o equipamientos institucionales, simbolos de la hegemonia de la industria cultural, escenarios ostentosos del Estado del espectáculo. Urban Sax han amenizado incluso una cumbre del G7. Se trata de colaborar con el “espectáculo” o de introducirse en él para pervertirlo ?

Efectivamente cada vez han propuesto con mayor regularidad intervenir en lugares no necesariamente ostentosos: fábricas, naves industriales. Lo importante es que esos lugares tengan resonancia. Después de haber “sonado” en los jardines de la Alhambra y en el Palacio de Carlos V, uno comienza a soñar con investir una de las arquitecturas mas extravagantes, la representada por la Sagrada Familia de Gaudi. De hecho yo llegué a la musica casi por azar, de un modo autodidacta. Lo que me permite continuar soñando. No somos mas que los bufones del rey, titeres, ventrilocuos.

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La evocación de Sun Ra me resulta de lo más agradable. Nuestro enfoque, desafortunadamente, resulta más básico. De hecho simplemente protonemos sonidos e imagenes, y dejamos que el publico elija su interpretación. No hay mensaje.

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